Amor propio
- María Teresa López
- 31 ene 2021
- 3 Min. de lectura
Sin duda alguna este tema debió ser la principal asignatura en el colegio desde que éramos niños, por lo relevante que es para la vida de cualquier persona; en mi caso nunca nadie me hablo de ello.

El amor propio se define como la aceptación, el respeto, las percepciones, el valor, los pensamientos positivos y consideraciones que tenemos hacia nosotros mismos.
El inconsciente colectivo nos indica que en lo primero que debemos estar preocupados es del bienestar de los demás, que eso nos hace buenas personas, que debemos tomar en consideración sus necesidades y complacer a los demás como una prioridad.
Sin embargo, esto nos aleja justamente del amor hacia nosotros mismos. Este pensamiento colectivo nos hace sentir culpa cuando anteponemos nuestras necesidades a las de los otros. También nos dice, que es muy importante agradecer y reconocer las buenas acciones de los demás, pero muy poco o prácticamente nunca se nos habla de agradecer, apreciar, reconocer y valorar nuestros propios esfuerzos y acciones.
Es muy común además, que sea mal visto que te expreses mal de los demás, pero no es así cuando las expresiones son hacia nosotros mismos, el típico qué tonta soy, me equivoqué, no soy buena para tal cosa, etc.
Nos perdemos en la búsqueda de ideales de perfección que no existen, personalmente mucho tiempo me obsesioné con hacerlo todo perfecto y cada vez era menos feliz; aprendí de una gran maestra que la importante es ser consciente no perfecta y no sabes la liberación que esto fue para mí.
Así que tomando como pretexto febrero, mes del amor, te quiero invitar a realizar un ejercicio de consciencia y reflexión acerca de amor propio. Hay algunas preguntas que me han ayudado a identificar áreas de oportunidad por decirlo de una forma, y te las quiero compartir, si te animas, escribe las respuestas en un papel, son sólo para ti, así que trata de ser lo más honesto posible:
Vamos a comenzar:
¿Te gusta lo que ves en el espejo?
¿Cuál es tu dialogo interno más frecuente?
¿Cómo te hablas a ti mismo?
¿Te da miedo expresar tu opinión tal cual es?
¿Cómo reacciones ante las críticas?
¿Qué tan frecuentemente postergas algo que deseas hacer, por complacer a otros?
¿Te sientes culpable al decirle a alguien un no?
El amor propio es esencial para gozar de bienestar integral, si lo gozamos, podemos tomar en cuenta tus sentimientos, emociones, necesidades, ideales, identificar qué gusta y que no nos gusta, qué nos hace sentir bien.
La falta de amor propio nos mantiene en una frecuencia de emociones bajas, como el miedo, la inseguridad, soledad, enojo, enfado, frustración, la culpa; tal cual nos aleja del amor.
Quiero compartir contigo algunos hábitos que personalmente me han ayudado a elevar mi sentimiento de amor propio a elevar mi frecuencia de vibración, la idea es volverlos un hábito, y esto implica repetir y repetir hasta que lo hagas de forma automática pero sin dejar de estar consciente de la finalidad que es tu bienestar.
1. Permanezco atenta y consciente de mis pensamientos y emociones.
2. Actúo en función de lo que realmente necesito para mi bienestar.
3. Me cuido, comenzando por la parte física, (cuido lo que como, la actividad física que realizo) medito, escucho la música que me gusta, leo y veo lo que me hace sentir bien, trato de rodearme de las personas que me hacen sentir bien también, (procuro estar lejos de personas tóxicas)
4. Establezco límites y he aprendido a decir que no, sin sentir culpa, (este es al hábito que más trabajo me ha costado)
5. En terapia he trabajo sobre el tema del perdón a mi misma y con las meditaciones trabajo todos los días en la compasión hacia mí.
6. Todos los días defino una intención para el día y por la noche agradezco y me reconozco mis avances y logros.
7. También hago ejercicios en los que escribo pensamientos positivos sobre mí y sobre mis habilidades.
8. Y por último, evito en lo más posible compararme, te soy honesta cuesta trabajo, sobre todo considerando el alto contenido de imágenes de "perfección en las redes sociales" todos mostramos solo lo bueno y es difícil no caer en la tentación de la comparación.
Dicen por ahí que “No podemos dar lo que no tenemos” así que, vale la pena comenzar por darnos amor a nosotros mismos, para después poder dar amor a los demás.
Regálate mucho amor y cuidado, y haz que se vuelva un hábito consciente en tu vida, y también por supuesto, expándelo al mundo entero.
Un beso.
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